jueves, 31 de enero de 2008

TRASTORNOS ALIMENTICIOS COMO CRISIS DE MEDIANA EDAD

Imprimir

Para algunas mujeres , los trastornos alimentarios son una crisis de mediana edad.

Usted pasa hambre, pierde muchos kilos y se siente demasiado bien como para dejar de hacerlo.
O come mucho, todo lo que quiere, más de lo que quiere y luego se esconde de sus seres queridos para purgarse.
Pero usted no tiene 16, 19 ni 21 años. De hecho, no es una mujer joven. Es mayor de 30, de 40 ó incluso de 50. Y no puede dejar de hacerlo.
Anteriormente, la anorexia y la bulimia se consideraban problemas de salud que afectaban a las adolescentes. Pero los médicos encuentran que a un creciente número de mujeres mayores ahora se les está diagnosticando algún tipo de trastorno alimentario.
"Puede pasarle a cualquiera, en cualquier etapa de su vida", afirmó el Dr. Alexander Sackeyfio, psiquiatra y especialista en trastornos alimentarios del Hospital Beaumont de Royal Oak, Michigan. "Creo que nos estamos haciendo más conscientes de ello y mejores en el diagnóstico".
Las personas tienden a cometer otro error en su percepción sobre los trastornos alimentarios, tienden a asumir que son problemas psicosociales relativamente benignos que se tratan fácilmente sin efectos duraderos, señaló Doug Bunnell, director clínico del Centro Renfrew de Wilton, Connecticut.
"A la gente le sorprende descubrir que estos trastornos tienen el índice de mortalidad más alto de todos los diagnósticos psiquiátricos, entre el 10 y el 15 por ciento", apuntó Bunnell, quien es también miembro de la junta de directores de la National Eating Disorders Association.
La anorexia produce pérdida dramática de peso causada por hacer dieta de manera excesiva o compulsiva. Se calcula que entre el 0.5 y el 3.7 por ciento de las mujeres sufren de anorexia nervosa en algún momento de sus vidas, según el National Institute of Mental Health.
Incluso cuando están peligrosamente delgados, los anoréxicos se perciben como gordos. El proceso de comer se convierte en un campo minado emocional y se desarrollan hábitos inusuales de ingesta de alimentos, como elegir sólo unos cuantos alimentos y comerlos en cantidades minúsculas, cuidadosamente medidas.
La bulimia se caracteriza por comer excesivamente y luego purgarse de los alimentos a través de vómitos, laxantes o ejercicios excesivos. Se calcula que entre el 1.1 y el 4.2 por ciento de las mujeres estadounidenses se enfrentarán a la bulimia nerviosa en algún momento de sus vidas.
Debido a las purgas, los pacientes de bulimia por lo general tienen un peso dentro del rango normal para su edad y estatura. Pero también sufren de los mismos temores sobre el aumento de peso que los anoréxicos. Con frecuencia realizan las conductas bulímicas en secreto, sintiéndose asqueados y avergonzados cuando comen en exceso y aliviados cuando se purgan.
Bunnell dijo que está viendo a más mujeres de mediana edad o incluso de más edad que buscan tratamiento por un trastorno alimentario. Pero no está seguro de que todos estos son casos nuevos que se desarrollan más tarde en la vida.
"En mi experiencia, casi todas las mujeres que vemos con síntomas de trastornos alimentarios después de los 30 ó de los 40 tuvieron alguna actividad anterior en un rango de edad más típico", señaló Bunnell. "Tal vez simplemente no se haya diagnosticado o no era muy grave, pero hubo un periodo en que se enfrentaron a ello. No hemos visto muchos casos de trastornos alimentarios recientes y salidos de la nada en mujeres mayores".
Otros médicos consideran que las fluctuaciones hormonales que ocurren cerca de la menopausia podrían desencadenar un trastorno alimentario, al igual que cambios en la edad mediana, como divorcios o cuando los hijos adultos se van de casa. A medida que la familia cambia, algunas mujeres se encuentran buscando algo que puedan controlar, una de las necesidades que un trastorno alimentario puede satisfacer.
El hecho de que a las mujeres que buscan tratamiento a una edad más avanzada podría dificultarles encontrar la ayuda que necesitan complica el asunto para las pacientes mayores. Durante décadas, el enfoque ha sido las mujeres jóvenes y, sólo recientemente, el campo terapéutico se ha comenzado a expandir hacia el tratamiento de las mujeres y de los hombres mayores, señaló Sackeyfio.
"Nadie se dirige a sus necesidades", afirmó. "Durante un tiempo, los caballeros experimentaron el mismo problema".
Bunnell afirmó que los anoréxicos tienden a preocuparse por la forma o el peso de su cuerpo y con frecuencia sufren de ansiedad, perfeccionismo y trastorno obsesivo compulsivo. Por otro lado, los bulímicos tienden a estar deprimidos y a ser impulsivos, y con frecuencia se enfrentan a problemas con el abuso de sustancias intoxicantes.
"El estilo de los anoréxicos es más controlado, tenso y rígido en general, mientras que el estilo de los bulímicos es menos controlado, más impulsivo o desregulado", explicó Bunnell.
El tratamiento para los trastornos alimentarios también ha evolucionado y los médicos ahora enfatizan un método de equipo, apuntó Sackeyfio.
"Originalmente, la gente se concentraba en el problema psicológico, pero rápidamente se convierte en un problema físico", dijo. "Si se es un terapeuta, se necesita trabajar con alguien que sea consciente de esos cambios físicos".
Idealmente, alguien que tenga un trastorno alimentario debería trabajar con un equipo que incluya a un psiquiatra, un nutricionista y un médico, apuntó Sackeyfio.
Lo más importante es que las personas que rodeen a alguien que tenga un trastorno alimentario necesitan comprender que el paciente realmente no tiene control y necesita ayuda, añadió Sackeyfio.
"No son niños malcriados que están tratando de hacer que la vida de los demás sea difícil", apuntó. "Realmente tienen muy poco control sobre los cambios físicos que causan en sus propios cuerpos".

ENFERMEDADES

Imprimir

La anorexia nerviosa y la Bulimia son trastornos de la alimentación conocidos desde hace siglos, cuya incidencia ha aumentado sensiblemente en los últimos años a consecuencia de múltiples factores socio-culturales.
El diagnóstico de la anorexia nerviosa se basa en la presencia de los siguientes síntomas:
-Rechazo a mantener el peso corporal en el valor normal de acuerdo con la edad y estatura;
-Temor exagerado al incremento de peso o a la obesidad
-Exagerada importancia del peso en los criterios de autoevaluación
-Amenorrea (falta de período menstrual) Son síntomas comunes la ingesta alimentaria, los atracones, el uso de purgantes, los vómitos provocados, enemas y uso de diuréticos.


El diagnóstico de bulimia se basa en la presencia de:
-Ingesta compulsiva alimentaria (atracones)
-Sensación de no poder parar de comer (comilonas)
-Necesidad de control de peso por el uso de purgantes, provocación de vómito, uso de diuréticos, y práctica intensiva de ejercicios físicos.
Las dos patologías pueden presentarse en períodos alternantes de Anorexia y Bulimia La dificultad de asumir los roles correspondientes a la madurez psíquica y sexual normales del individuo adulto serían el origen básico de la problemática psicopatológica de estas afecciones.


El diagnóstico de estas enfermedades requiere de una cuidadosa evaluación psicológica, psiquiátrica y clínica. Son síntomas comunes las manifestaciones depresivas, la hostilidad y los rasgos obsesivos-compulsivos.
El tratamiento se centra en la recuperación física producto de la normalización alimentaria y la estabilización emocional a través de una psicoterapia individual, el tratamiento familiar y tratamiento psicofarmacológico teniendo como objetivos lograr la regulación del peso, la normalización del ciclo menstrual, y una evaluación adecuada de la imagen corporal que permitan una relación satisfactoria consigo mismo y con su entorno.

¿COMO EMPIEZA Y COMO SE SUPERA?

Imprimir
Generalmente hablamos de trastornos alimenticios cuando la persona se encuentra en la adolescencia, sin embargo, son muchos los adultos que mantienen estos hábitos una vez que han crecido , debido a que nunca controlaron el problemas.

Los síntomas típicos de la anorexia y la bulimia se detectan en personas adultas que no controlan su alimentación, mantienen unos hábitos poco saludables sin respetar las tres comidas diarias de nuestra dieta mediterránea y controlando exhaustivamente las calorías que ingieren y la cantidad de alimento que toman.

Personas muy inseguras

Ya sea por exceso o por defecto, estos trastornos son la punta del iceberg, debajo de ellos se encuentran otros muchos problemas emocionales a los cuales esta perdona nunca ha hecho frente. Podemos decir que la alimentación y la obsesión por la imagen corporal es el síntoma que vemos , pero el porqué del problema va mucho más allá.
Suelen ser personas muy inseguras, con unas características de personalidad muy marcadas (perfeccionismo, facilidad para la frustración, indefensión ante los problemas, pasividad, baja autoestima), todo esto ayuda a que el problema se agudice y se focalice solo y exclusivamente en el aspecto físico. Son personas poco decididas, con muchos “peros” a la hora de iniciar cualquier acción negativa, discutir cuestiones, etc, se guardan lo que piensan para sí mismas por miedo al enfrentamiento y a las posibles consecuencias (no ser queridas o valoradas por esa persona), por lo tanto generan una indefensión ante los problemas del día a día que les va hundiendo cada vez más, tienen una falta de habilidades en la comunicación importante y su mal carácter les ayuda negativamente a que las relaciones con los demás vayan cada vez peor.
Síntomas claros
Cuando comienza el problema podemos identificar varios cambios claramente, como el aislamiento social, dejan de comunicarse y salir con los demás por miedo a las situaciones sociales que impliquen comida (cenas, salida a casa de amigos, etc), inventan miles de excusas con tal de no acudir a la cita, por este motivo los demás poco a poco les van dejando de lado, aunque son ellos mismos los que se aislan.La disconformidad y la rabia que sienten les hace cambiar su estado de ánimo y su carácter, podemos ver personas muy divertidas y alegres que se convierten en hurañas y malhumoradas, consideran que todos están en su contra y que ellos son los únicos que tienen razón, con lo cual el enfrentamiento con padres , hermanos o amigos que les intentan ayudar no son fructíferas y se revelaran en contra.Su estado de ánimo se caracterizará por la tristeza, la melancolía, la soledad, la rabia, etc.Estas personas no se valoran a sí mismas y su nivel de autoestima está muy por debajo de lo que debería debido a la frustración que obtienen cada vez que las cosas no salen como ellos esperaban.
Alto nivel de exigencia personal
Ya hemos dicho que son personas que se frustrán con facilidad y esto es debido a su nivel de exigencia personal. Por ejemplo, ante un examen se exigen el máximo (un 10), pero si por las circunstancias que sean solo consiguen un 7 su baja autoestima les machacará y les criticará hasta hundirles. Esta interpretación errónea en muchas facetas de su vida es la que mantiene el problema. Cuando saca un 7 en el examen y me alegro de haber aprobado y haber pasado de curso, mi autoestima se mantiene intacta, porque esta puntuación era lo que yo esperaba, si no bajo el listón que yo mismo me he autoimpuesto, siempre me frustraré porque está tan alto que es imposible de alcanzarlo.
Expresar los sentimientos, ayuda
El tratamiento de esta problemática irá enfocado a la expresión de sentimientos en cada momento que lo necesite, a no guardar nada en el interior que nos provoque malestar a decir lo que pensamos a todas las personas que necesitemos, sin anticipar negativamente las consecuencias ya que no podemos saber nunca lo que ocurrirá hasta que no lo hagamos.El miedo al descontrol es algo también muy común en estos problemas, tanto control lleva al final a un descontrol total de todo lo que nos rodea y lo único que se mantiene controlado es nuestro “yo interior” que se encuentra presionado y reprimido por nuestras propias normas rígidas. Si poco a poco conseguimos flexibilizar nuestras normas rígidas de cómo tendrían que ser las cosas, cada vez nos encontraremos más liberados y más tranquilos, más a gusto con nosotros mismos.
No hay que aceptar la manipulación de los demás
No olvidemos que siempre va a haber personas que se beneficien de este carácter nuestro pasivo, y que nos manipulan a su antojo ya que nosotros tragamos con todo, en el momento que empecemos a decir la verdad de lo que pensamos, los demás sabrán que no nos dejamos manipular y nos tendrán en cuenta.Recordad siempre que se respeta más al que dice lo que piensa a la cara que al que lo oculta y lo critica por detrás. Los demás te agradecerán que seas sincero, y en la mayoría de los casos saldrás victorioso y las cosas mejorarán. La anticipación negativa de lo que puede o no suceder si me enfrento a esa persona, no es más que una suposición, pero nunca una realidad. No sabré las consecuencias hasta que no lo haga.
Hay que ser positivos ante la vida
Otro aspecto importante a tratar es la interpretación que se hace de cada situación problemática, lo que sentimos habitualmente es debido a nuestros pensamiento sobre esa situación. Si pensamos cosas negativas y catastrofistas, sin duda sentiremos malestar, angustia, etc. Si de esa misma situación problemática intentamos sacar lo bueno que podemos obtener y positivizar, probablemente nuestros sentimientos serán más sanos y animados. Las personas con problemas alimenticios verán cada cosa que les ocurre como algo imposible de salvar, sus pensamientos serán extremadamente negativos con lo cual sus sentimientos y emociones al respecto serán fatales. Aprendiendo a controlar esta forma de pensar controlarán el entorno y a su vez los sentimientos que les genera.

QUE SON LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Imprimir
Un Trastorno en la Alimentación es una enfermedad causada por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico, relacionada con la alteración de los hábitos alimenticios comunes.

La persona que padece algún trastorno en su alimentación basa en la comida - un particular significante al que la persona enferma otorga un significado específico de acuerdo a diversos factores psicológicos y evolutivos- todos los pensamientos y actos que forman parte de su cotidianeidad, sintiéndose hiperdependiente de esa idea, con lo cual el alimento se convierte, entonces, en el eje a partir del cual gira la vida y el mundo de relación de la persona que padece el trastorno.

Estas conductas alimenticias pueden o no alterarse voluntariamente, esto está sujeto a factores internos y externos como el nivel de autoestima, presiones familiares, frustración por tener sobrepeso, comparación constante con alguien cercano por parte de un familiar u amigo, etc.

Generalmente estos tipos de trastornos en la alimentación, más allá de los síntomas que encierra cada uno en especial, son acompañados por un marcado aislamiento de la persona, excesivo cansancio, sueño, irritabilidad, agresión (sobretodo hacia personas conocidas y miembros de la familia), vergüenza, culpa y depresión, registrándose un trastorno en la identidad a partir de la nominación de la enfermedad.

 
ir arriba